No voy mucho en taxi por mi ciudad, habitualmente me muevo en moto, pero sí acostumbro a utilizarlos cuando llueve, me desplazo a otra ciudad (habitualmente a Madrid) o para ir al aeropuerto.
En Barcelona, había vivido el problema de los taxis con Uber / Cabify un poco de lejos, leía el conflicto en la prensa, algunas conversaciones con colegas pero poco más.
Para mi, el taxi, me resuelve un problema de movilidad concreto. Nunca he tenido muy malas experiencias, sí que a veces hace demasiado calor y tienes que decirle al taxista que suba el aire, o que baje la radio, pero la experiencia general es positiva.
La semana pasada utilicé un taxi para un trayecto corto, aprox. 10 minutos dentro de Barcelona.
Cuando ya llegábamos al final, estaba parado en un chaflán un coche tipo berlina de color negro, el taxista no pudo evitar decir con un desprecio que me sorprendió muchísimo, “mira, ese es uno de esos Uber”. Ciertamente el coche lo parecía, pero yo no me había ni percatado.
Yo le contesté que podía ser un Cabify, entonces él empezó a decir que ya habían tenido muchos problemas, que si los conducían gitanos pero con corbata, que ya se habían estrellado 6……aquí yo le pregunté qué tenía que ver que fuese un Uber con que se hubiesen estrellado, su respuesta fue “no son profesionales”.
Probablemente un conductor que acaba de empezar a conducir un coche de Uber no sea tan profesional como ese señor que parecía que llevaba muchos años conduciendo un taxi, pero ello no me pareció razón como para estrellar un coche.
No quise entrar en conversación con el taxista, no me parecía que él tuviese el más mínimo interés en conocer mi opinión y yo tenía prisa.
Pero luego, por la tarde estuve reflexionando acerca del conflicto de los taxistas con Uber y la polémica de los inmobiliarios con las Proptech.
He usado Cabify en Madrid y Uber por varias ciudades de Europa y USA. En realidad me da bastante igual que sean unos, otros o taxis tradicionales. Lo que me gusta de ellos es que puedo programar el camino, tengo una aproximación de qué me va a costar y de cuánto tardarán en recogerme y también sé qué coche me va a recoger. Luego incluso puedo valorar el coche y el conductor, lo que me da una garantía adicional. Esto tiene mucha utilidad cuando estás en una ciudad que no conoces y/o no dominas el idioma, pero la cuestión principal es QUE ME OFRECEN UN SERVICIO DE MOVILIDAD.
Me pregunto, si los taxistas hiciesen una inversión en tecnología (por ej. MyTaxi ya ofrece prestaciones parecidas) y aumentaran un poco los servicios (uniforme, abrir la puerta al bajar, dar un botellín de agua, etc.), ¿cuál sería entonces la propuesta de valor de Cabify y Uber más allá del PVP?
Su sector tiene claras barreras de entrada, tanto gubernamentales como de coste económico, quizás ahora es el momento de que el sector del taxi vea qué aporta la competencia y PIENSE EN EL CLIENTE.
En ciudades como Barcelona o Madrid donde cada vez es más difícil moverse con transporte privado, quizás puedan transformar una amenaza en una oportunidad.
En el caso de las inmobiliarias, la cosa es muy distinta.
Nosotros no tenemos ningún apoyo gubernamental y la profesión tiene escasas barreras de entrada, ¿hace eso que las Proptech tengan el camino libre? Si es así, ¿por qué no estamos hablando ya de alguna empresa que se dedique a la intermediación como hablamos de Uber o AirBNB?
No lo hacemos porque las inmobiliarias aportamos mucho más a nuestros clientes, y sí (en la mayoría de casos) nos hemos sabido adaptar a las nuevas tecnologías.
Nosotros, igual que muchos compañeros, utilizamos servicios de Big Data para complementar nuestras valoraciones. Pero lo que realmente cuenta, es lo que no te da el Big Data, qué calidad tienen los acabados de un piso, con qué diseño se ha reformado, si realmente le entra el sol o no, si todos los metros de terraza son aprovechables, o son demasiados metros para imputarlos al precio, etc: Hay mil y un detalles que influyen en la valoración de una vivienda.
Muchos de nosotros podemos hacer todas las capas de la transacción de forma remota, les enviamos los contratos por correo electrónico, informamos periódicamente de los avances, adaptamos la comercialización al canal más interesante para conseguir al cliente comprador, y todo esto lo hacemos A ÉXITO, teniendo el cliente la mayor de las garantías, si no conseguimos LA VENTA, el fin por el que nos ha contratado NO VA A PAGAR NADA.
Es por todo ello, que creo que las Proptech van a cubrir un nicho de mercado que existe, pero la supervivencia y evolución del negocio inmobiliario depende ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE DE NOSOTROS, si ponemos AL CLIENTE EN EL CENTRO y pensamos en cómo le podemos ayudar, él, sin duda valorará nuestro trabajo.
Sin lugar a dudas el buen profesional , para mi forma de entender , ha de pensar en que el éxito depende del resultado de cualquier acción y si no pones al cliente como primordial no vas bien. Además al
mundo , que me gustaría pensar vamos, la humanidad, empatia y cooperación son básicos
Moltes gràcies Eva, junts ho aconseguirem 😉
Totalmente de acuerdo que las protech no han de verse como una amenaza. Cubren un nicho concreto, profesionalizan el sector y aportan más información al usuario. Todo ello nos beneficia a los demás ya que la ejecución de la compraventa lleva implícito el aspecto humano y eso, las protech, no lo pueden atender. Nuevas acciones y “actores” en nuestro sector que hemos de colocar de nuestro lado y valorando lo positivo.
Excelente post Francesc
Mil gracias por tu comentario M. del Mar, pensamos en evolucionar al 100% , seguro que conseguiremos sumar a muchos más compañer@s y llevar la profesión inmobiliaria a una nueva dimensión. Un saludo!!
Muy buena reflexión Francesc. La comparto totalmente. Hemos de aportar un valor añadido y que sea percibido por los clientes.
Sí, y es cosa de personas y empresas, juntos lo lograremos!! Un abrazo.