La primera persona que contacté para que se uniera a mi proyecto de junta, fue José Luis Echeverría de Monapart. Él, junto a sus otros dos socios de Monapart son miembros de la MLS UpBarcelona, y esto nos dio oportunidad de conocernos, de charlar, cambiar impresiones, etc.
Siempre me sorprendió de José Luis, la manera sincera y distinta de ver las cosas, ese otro punto de vista que muchas veces me hace replantearme aquello de “esto siempre se ha hecho así”.
Ellos han conseguido con Monapart crear un concepto distinto de Inmobiliaria, y lo han hecho siempre partiendo del estudio, no solo del entorno más cercano, sino el de otros mercados, extrapolarlo y sacar las conclusiones correctas.
Os dejo con una reflexión que nos escribe José Luis, que espero os sorprenda y haga reflexionar igual que me lo ha hecho a mi.
José Luis Echeverría.
A principios de la presente década vimos nacer las primeras agencias inmobiliarias financiadas por capital riesgo —Purplebricks, Compass, Opendoor, etc— éstas y otras empresas del emergente panorama tecnológico vinculado al inmo –agencias, portales, empresas de software, otros– conforman hoy el ecosistema Proptech.
Las Proptech representan la promesa de cambio del inmobiliario –posiblemente la última de las grandes industrias de servicios en vivir la transformación tecnológica— y el principio del fin de los exponentes más débiles del paradigma inmobiliario que dejamos atrás. Es de esperar que en los próximos años los nuevos entrantes tecnológicos ganen cuota de mercado a expensas de las agencias tradicionales que tengan menos que ofrecer.
Las agencias independientes que sobrevivirán mejor al cambio de paradigma serán aquellas capaces de ofrecer alternativas atractivas a las propuestas de valor de las agencias Proptech y las grandes enseñas. Siguiendo una analogía geológica, las agencias independientes que sobrevivan, conformarán el conjunto de piedrecitas que rellenan los espacios entre los guijarros. Para ello, deberán aplicar una mirada nueva y desprejuiciada sobre la realidad del mercado inmobiliario que sea capaz de revelar los pequeños huecos y grietas –nichos de mercado— desatendidos por los grandes players.
Medio en broma medio en serio os propongo ejemplos de agencias que en base a una hiperespecialización por razón de producto, cliente, ubicación o estrategia –hay más– podrían encontrar un lugar interesante en el mercado que se avecina:
- La agencia que solo vende primeros
Barcelona tiene 70.717 edificios residenciales la mayoría de los cuales son plurifamiliares y que tienen, al menos, una “Planta primera”. Que las primeras plantas tienen una casuística específica –seguridad, ruido, luz, precio, etcétera– lo sabe cualquier profesional inmo que lleve un tiempo en esto; el buzoneo está tirado (¡solo primeros!); el mercado es enorme (todas las plantas primeras… ¡del mundo!); y, que yo sepa, no hay especialistas en primeros… En fin es solo una idea.
- La agencia para lesbianas asiáticas
Os juro que existe un grupo llamado “Gaysians” que aglutina a (1) estudiantes (2) asiáticos/as (3) homosexuales de la (4) Syracuse University. Lo he visto con mis propios ojos. Siendo así, a nadie debería sorprender que en EEUU existan también, por ejemplo, diversas agencias especializadas en ofrecer servicios inmobiliarios a veteranos de guerra.
Podríamos preguntarnos si en nuestra población existen grupos homogéneos de personas con necesidades específicas en los que nadie se está fijando. Tal vez ninguno represente un gran mercado, pero resulte plausible hacerse con todo él.
- La agencia de Invernalia
Quien haya seguido Juego de Tronos sabe que Invernalia es un lugar que está a tomar por culo y que cuando llega el invierno es casi inalcanzable. Por supuesto que los lugares remotos y aislados tienen poca actividad migratoria (de doble sentido) y sus pobladores tienden a los comportamientos endogámicos… Pero en ocasiones hay un lugar (remoto o casi) y un momento adecuados que en combinación conforman una oportunidad interesante. Por ejemplo: Formentera hace 10 años.
- La Agencia de Guardia
Farmacia de Guardia es una serie que emitió Antena 3 a principios de los noventa. Está ambientada en un barrio de Madrid donde todos se conocen. A mí, el plató de la serie siempre me ha parecido la versión madriles de Major de Sarrià (otro plató), con su escala reducida y sus relaciones de proximidad. En cualquier caso, he aquí otra interesante oportunidad en forma de la agencia que existe en, desde, por y para el barrio. No es la “agencia de barrio”, sino la Agencia del Barrio: aquella que se toma en serio su papel como agente dinamizador y orgulloso del barrio que ocupa y que establece con sus clientes-vecinos relaciones de intimidad y proximidad insustituibles e inaccesibles a cualquier otra agencia física o digital.
Todos los que dirigimos una agencia independiente deberíamos estar ya trabajando en lo que va a ser nuestra empresa mañana… y pensando en quién nos va a acompañar. Ya que pronto entraremos en campaña y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, no se me ocurre mejor compañero de viaje que un colegio profesional con una visión fresca, permanentemente actualizado y responsable en la gestión.
Y solo veo una candidatura capaz de ello.
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